lunes, 23 de junio de 2014

Twitter, ¿para la educación?

Hola, a continuación les hablaré acerca del Twitter, aunque es más bien de la familia de las redes sociales; para mi es una herramienta de comunicación e interacción importante en mi vida diaria. Twitter está disponible tanto para PC, Mac, móviles y tabletas.
Es una red de microblogging ya que permite únicamente enviar mensajes de 140 caracteres. Para muchos es una red que de pronto parece complicada por el uso de los usuarios con el "@" o los hashtags "#UsandoTwitter", sin embargo, una vez que alguien se familiariza con esta red, se da cuenta del mundo de información a la que el usuario puede acceder. Con Twitter, es posible enterarse del acontecer mundial al instante o incluso se cuenta con la opción de personalizar ubicación donde el usuario tiene la posibilidad de conocer lo que pasa cerca de su ciudad, estado, país. Dentro entonces de la educación nos da grandes ventajas, ya que aprovechando su tinte de red social, el alumno puede encontrar mucho más atractivo enterarse por este medio acerca del acontecer de casi cualquier disciplina; es decir, el usuario puede buscar información que tiene que ver con  Psicología e inmediatamente twitter le sugiere más información sobre esto además de cuentas relacionadas, por lo cual el alumno amplia su visión de manera casi inmediata.
Miles de usuarios tuitean sobre un tema que acontece y para categorizar dicha información se usan hashtags por ejemplo, si hubo una conferencia en la Universidad de algún escritor famoso, las personas empiezan a tuitear y crean hashtags, por ejemplo:
#GGMenUniversidad #ConferenciaEscritorUniversidad, de esta manera se ahorran caracteres y cada que un usuario de click a este hashtag, inmediatamente lo redireccionará a todos los tweets de usuarios que estén hablando de esto.
En Twitter se encontrará mucho su uso para el sarcasmo y la burla en temas populares, es común encontrar críticas al presidente o al actor en turno que cometió un "oso", aun cuando parecería tonto, muchas veces esta sátira es interesante y capaz de llegar a hacer presión en masa.
Otra posibilidad interesante es que se puede interactuar con personas de todo el mundo y si se explota o potencializa esto, el alumno generará mayor diálogo interdisciplinario de manera instantánea con personas interesadas en el tema que él estudia en cierto momento.
Twitter, es una red que viene creciendo en los últimos años, red que me atrevo a decir, es mucho mejor que Facebook y sin duda la mejor red social, digna de aprovechar para fines educativos, con lo que anteriormente sugiero y con las diversas formas que cada uno puede ir descubriendo en la práctica diaria.


viernes, 20 de junio de 2014

TRASTORNOS SOMATOMORFOS

ANTECEDENTES DE LOS TRASTORNOS SOMATOMORFOS
El termino somatización se refirió en primera instancia a malestares emocionales, traducidos en quejas somáticas. Al paso del tiempo, este concepto y su contenido a sido modificado, por ejemplo (Lipowski, 1988, citado en Vallejo, 2003) propuso definirla como “la tendencia a experimentar y comunicar síntomas somáticos que no se explican por hallazgos patológicos, atribuirlos a enfermedades físicas, y buscar ayuda médica para los mismos”, veremos pues, que al paso de los años el concepto a sufrido modificaciones.
Los trastornos somatomorfos (o somatoformes) se definieron por vez primera como una categoría de trastornos psiquiátricos en la tercera edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-III; American Psychiatric Association, 1980). Y se ha conservado en el DSM-IV-TR, solo con algunas modificaciones mínimas.

¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS SOMATOMORFOS?
La característica común de los trastornos somatomorfos es la presencia de síntomas físicos que sugieren una enfermedad médica (de ahí el término somatomorfo) y que no pueden explicarse completamente por la presencia de una enfermedad, por los efectos directos de una sustancia o por otro trastorno mental (p. ej., trastorno de angustia). Los síntomas deben producir malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. A diferencia de lo que ocurre en los trastornos facticios y en la simulación, los síntomas físicos no son intencionados (p. ej., bajo control voluntario). Los trastornos somatomorfos se diferencian de los factores psicológicos que afectan el estado físico por la ausencia de una enfermedad médica diagnosticable que pueda explicar por completo todos los síntomas físicos. La agrupación de estos trastornos en un único grupo está basada más en la utilidad (p. ej., la necesidad de excluir enfermedades médicas ocultas o etiologías inducidas por sustancias) que en las hipótesis sobre etiologías o mecanismos compartidos. Estos trastornos se observan con bastante frecuencia en los centros hospitalarios (Association, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 2002)
Encontramos dentro del grupo de somatomorfos los siguientes trastornos específicos
TRASTORNOS SOMATOMORFOS
F45.0 Trastorno de somatización [300.81]
F45.1 Trastorno somatomorfo indiferenciado [300.81]
F44.x Trastorno de conversión [300.11]
F45.4 Trastorno por dolor
F45.2 Hipocondría [300.7]
F45.2 Trastorno dismórfico corporal [300.7]
F45.9 Trastorno somatomorfo no especificado [300.81]

Como ya mencioné, el origen o nosología del termino resulta un tanto enigmático, sin embargo cabe aclarar que existe poca información acerca de este trastorno a diferencia de otros, y eso afecta de igual manera el lograr obtener datos mucho más precisos acerca de su epidemiología, ya que incluso en el área médica se llega a desconocer este trastorno, y pacientes que lo padecen llegan a ser sometidos a múltiples tratamientos e incluso cirugías, lo cual representa un riesgo real para la salud del paciente. A veces, la actitud de la paciente contrasta con la aparente gravedad del cuadro clínico y, en otras, es más intensa la angustia de los que la acompañan que la de la propia enfermedad.
El término somatización fue introducido por Wilhem Stekel, en 1911, como un proceso en el que los conflictos neuróticos pueden presentarse por sí mismo como un trastorno físico (Navarro, 2009)
El origen de este tipo de trastornos es un conflicto psicológico, neurótico, inconsciente. El paciente, por lo tanto, no tiene conciencia de él, ni de la significación emocional de la situación que pudo haber desencadenado la crisis. Estos síntomas simbolizan su conflicto, pero éstos sólo pueden ser aclarados a través de un proceso psicoterapéutico (Moizeszowicz, 1998).
Algunos estudios internacionales muestran una prevalencia que fluctúa entre 14 y 19% en pacientes que consultan en atención primaria. Las manifestaciones tienden a ser mayor en mujeres y recurren a todos los recursos de salud a su alcance. Puede ser comórbido a otros trastornos, como ansiedad, del ánimo, uso y abuso de sustancias y de la personalidad, entre los más frecuentes (Sociedad de NEUROLOGIA, 2003).
En (Sadock & Sadock, 2000), menciona que de los resultados de la investigación sobre los trastornos somatomorfos pocos son relevantes para que subyace anormalidades fisiologicas o o estructurales en el cerebro y además pocos han sido ampliamente difundidos. Esto hace que la tarea del médico internista acerca de informarle a los pacientes que tienen un trastorno psiquiátrico es aún más complicado.[1]





[1] Of the few research findings on somatoform disorders that are relevant to underlying physiological or structural brain abnormalities, few have been widely disseminated. This makes the internist's task of telling patients that they have a psychiatric disorder even more complicated. (Pp. 3097)


TRATAMIENTOS
Generalmente atender a este tipo de pacientes constituye un problema, dado que no aceptan que sus síntomas son a causa de un desorden mental, y los pacientes ante los resultados que reciben y que niegan la existencia de una enfermedad biológica, tienden a desvalorar el trabajo del médico(s) y persisten en que deben hacérseles más exámenes o valoraciones, aun cuando han pasado más de 6 meses y ya con tratamiento aplicado a sus pseudo-malestares el paciente insiste en la existencia de su enfermedad o enfermedades.

Diversos estudios realizados en población general, muestran que los pacientes tienen una idea equivocada sobre los tratamientos (Uriarte, 2009). En especial los pacientes con trastornos somatomorfos son complicados de tratar por que sus ideas son equivocadas y generalmente se sienten atacados por el exterior al momento de darles un diagnostico que ellos no esperaban y tienden como ya mencionaba a desacreditarlo.

Por esto, podriamos concluir que en la actualidad los niveles de estrés, ansiedad y depresión aun aumentado considerablemente, por ejemplo un estudio realizado muestra que en España la primer causa de ausentismo laboral será la depresión (Europa, 2012). Por tanto es de vital importancia conocer a fondo los trastornos y sus tratamientos, pero es de mucha mayor importancia conocer métodos que ayuden a la prevención de los mismos, con psicoeducación e información verídica.
Es evidente que para los trastornos somatomorfos, la principal opción es la psicoterapia, orientada a la reorganización de los pensamientos y creencias, disminuir sus factores estresantes y crear lazos familiares más fuertes.
Los medicamentos son recomendados siempre y cuando el paciente realmente lo requiera y sufra trastornos depresivos, de ansiedad o incluso TOC, con el debido cuidado de que no sean ingeridos de manera anormal.
Cabe mencionar que actualmente existen discusiones acerca de esta familia de trastornos e incluso (Mayou, Kirmayer, Simon, Kroenke, & Sharpe, 2005) proponen lo siguiente:
Una opción conservadora sería una simple revisión de la categorías y las definiciones del trastorno somatomorfo, acompañado por una reescritura del texto. Este enfoque, sin embargo, puede ser similar a la adoptada por los grupos de trabajo del DSM-IV y, en consecuencia se podía esperar que conduzcan a dificultades similares. Una opción más radical, sería la abolición de la categoría de los trastornos somatomorfos en conjunto, con la reasignación de los diagnósticos somatomorfos específicos a otras partes del clasificación. Estamos a favor de la segunda opción, nuestras propuestas son:
1. Abolición de la categoría de trastornos somatomorfos.
2. Adoptar un nuevo término para los síntomas somáticos y síndromes. Un término alternativo a "somatomorfo" es necesario para describir síntomas, especialmente aquellos que no están estrechamente relacionados a una condición médica general.
3. Redistribuir los trastornos actualmente en la lista en virtud de los trastornos somatomorfos en otras partes de la clasificación.
Como vemos, desde el inicio el término y contenido a causado discusión. Por lo pronto debemos conocer los trastornos y sus actualizaciones para brindar al paciente un tratamiento integral y profesional siempre.